Taza con flor de la vida

Taza de té de porcelana fina, con infusor de acero inoxidable, tapa y dibujo de flor de la vida.

HISTORIA DE LA FLOR DE LA VIDA

La Flor de la Vida es un símbolo ancestral, considerado uno de los patrones geométricos más poderosos y sagrados del mundo, presente en culturas antiguas a lo largo de los continentes. Su diseño, compuesto por un conjunto de círculos entrelazados que forman una flor hexagonal, se considera la base geométrica de la creación y la vida. Este símbolo ha sido encontrado tallado en paredes de templos en Egipto, en relieves de la antigua Mesopotamia, en templos hindúes, y hasta en los manuscritos renacentistas de Leonardo Da Vinci, quien estudió profundamente sus proporciones y significado. La repetición de estos círculos concéntricos representa un ciclo eterno, donde cada forma se genera de la otra, sugiriendo que todo en el universo está interconectado.

En el Antiguo Egipto, se descubrió grabado en el Templo de Osiris en Abydos, y se cree que era utilizado para meditar sobre la naturaleza de la vida y la conexión entre lo terrenal y lo divino. Allí, la Flor de la Vida simbolizaba el conocimiento místico y los misterios de la creación, accesible solo a los iniciados y sacerdotes. A través de su estudio, los egipcios asociaron el símbolo con la idea de la energía vital o “ka”, que fluye en todos los seres.

En la antigua China, este símbolo aparece en la arquitectura de templos y arte sagrado, asociado a la armonía universal y la interdependencia de todas las cosas. En la cultura hindú, sus patrones geométricos se relacionan con los chakras, los centros de energía dentro del cuerpo humano, y se le considera una representación de la “prana” o energía vital.

Durante la Edad Media, el conocimiento sobre la Flor de la Vida fue reintroducido en Europa gracias a sabios y alquimistas que veían en ella una representación de la geometría sagrada y de la "música de las esferas," la idea de que el cosmos entero se mueve en una armonía matemática perfecta. Leonardo Da Vinci, inspirado por la Flor de la Vida, dibujó en sus estudios bocetos de este patrón y exploró sus complejas intersecciones, convencido de que escondía las leyes fundamentales del universo.

Hoy en día, la Flor de la Vida sigue siendo venerada en prácticas de sanación y protección energética, representando el equilibrio perfecto de la vida y la conexión entre cuerpo, mente y espíritu. Su presencia en una taza como esta permite a quienes la usan conectarse con esta sabiduría ancestral en sus rituales y momentos de introspección, integrando en su día a día la armonía y la interconexión simbolizadas por este diseño sagrado.

PROPIEDADES DE LA FLOR DE LA VIDA

• Elevación de la vibración energética: La Flor de la Vida es conocida por su capacidad para elevar la frecuencia vibracional de cualquier entorno. Este símbolo crea un campo energético que puede ayudar a las personas a sentirse más alineadas y centradas, ideal para momentos de meditación o práctica espiritual. Al usar la taza, cada sorbo es una oportunidad para conectar con esta vibración elevada, promoviendo la paz interior y el bienestar.
• Armonización y equilibrio: La geometría perfecta de la Flor de la Vida simboliza el equilibrio universal, y en su uso se cree que tiene la capacidad de armonizar energías. Al beber de esta taza, puedes beneficiarte de esa armonización, sintiendo un balance entre cuerpo, mente y espíritu. Este símbolo ayuda a reducir el estrés y a promover la calma, favoreciendo una conexión profunda con el presente.
• Atracción de energías positivas: La Flor de la Vida actúa como un imán de energías positivas, creando un entorno limpio y protegido contra energías densas o negativas. Al incorporar esta taza en tu rutina diaria, te rodeas de vibraciones que fomentan la alegría, la gratitud y la claridad. Esta energía positiva fluye en cada bebida que consumes, ayudando a elevar tu estado de ánimo y atraer experiencias beneficiosas.
• Protección energética: La Flor de la Vida se utiliza frecuentemente como amuleto de protección. Su estructura geométrica establece un campo de energía protectora que ayuda a mantener fuera las influencias no deseadas y las energías negativas. Usar esta taza en tus prácticas diarias permite beneficiarte de esta protección, brindándote un escudo espiritual para sentirte seguro y en paz.
• Conexión con el todo universal: Este símbolo es un recordatorio de la conexión entre todas las formas de vida y la interdependencia del universo. Beber de una taza con la Flor de la Vida puede servir como un ancla para recordar esta unión, inspirando gratitud y compasión hacia todos los seres. Es una invitación a vivir en armonía y a comprender que cada acción y pensamiento impactan el todo.
• Apertura a la abundancia y la gratitud: Al estar vinculado con la creación y el flujo de energía vital, el símbolo de la Flor de la Vida se asocia con la abundancia y la prosperidad. Al utilizar esta taza de forma consciente, puedes reforzar tus sentimientos de gratitud y abrirte a la abundancia en todas sus formas, recordando que el universo es generoso con quienes vibran en gratitud y receptividad.

MODO DE USO

• Preparación del té: Coloca hojas de té sueltas en el infusor de acero inoxidable de la taza. Llena la taza con agua caliente (preferiblemente justo antes de hervir).
• Infusión: Coloca el infusor dentro de la taza y cúbrelo con la tapa. Deja reposar el té durante el tiempo recomendado para la variedad de té que estés utilizando (generalmente de 3 a 5 minutos).
• Disfrute: Retira el infusor y coloca la tapa boca arriba para recoger el infusor. Bebe el té directamente de la taza, disfrutando de su sabor y aroma mientras meditas en el simbolismo del árbol de la vida.
• Cuidados: Limpia la taza y el infusor a mano con agua tibia y jabón suave.

MATERIAL

Porcelana china y ceniza de hueso.

El caolín, feldespato y cuarzo se usan para la arcilla de porcelana y se mezcla con un 35% de ceniza de hueso. Esto hace que se fabrique un tipo de porcelana más fuerte y con un color de marfil específico.

Esta taza es apta para microondas y lavavajillas.

MEDIDAS

Capacidad: 400 ml.