Crótalos tibetanos del Nepal 6 cm con dragones
33,50 €
Crótalos tibetanos de medida pequeña con grabados de dragones.
Incluye explicación de los crótalos tibetanos.
HISTORIA DE LOS CRÓTALOS TIBETANOS
Los crótalos tibetanos, conocidos también como tingshas, tienen una historia profundamente enraizada en las antiguas tradiciones espirituales del Himalaya. Originarios de las prácticas del budismo tibetano, eran utilizados por monjes, chamanes y practicantes devotos como instrumentos rituales para abrir espacios sagrados, invocar la presencia de lo divino y acompañar meditaciones y ceremonias de sanación.
Desde tiempos inmemoriales, el sonido de los crótalos ha sido considerado una herramienta poderosa para limpiar el ambiente, elevar la energía y disolver bloqueos sutiles tanto en el cuerpo como en el alma. En los monasterios tibetanos, los tingshas se tocaban al inicio y al final de cada práctica para marcar el paso entre los estados de consciencia, y también para mantener la atención plena durante largas sesiones de meditación.
Más allá de su función práctica, estos instrumentos están cargados de simbolismo. El par de platillos representa la dualidad: el cuerpo y el espíritu, la tierra y el cielo, lo material y lo sutil. Al hacerlos sonar, se produce una vibración pura que, según la tradición, puede resonar más allá del plano físico y ser escuchada incluso por las deidades protectoras y los guías espirituales.
En el caso de estos crótalos en particular, el grabado de dragones tibetanos eleva aún más su poder simbólico. En la tradición del Himalaya, el dragón es una criatura mítica que encarna la sabiduría profunda, la transformación y la fuerza interior. No es un ser temido, sino reverenciado. Se le atribuye el don de custodiar tesoros sagrados —no solo materiales, sino también espirituales— y de proteger a quienes transitan el camino del despertar. Su figura representa la voz del trueno, el rugido que despierta a los dormidos y disuelve la niebla de la ignorancia.
Cada par de crótalos es elaborado artesanalmente en Nepal, siguiendo métodos ancestrales transmitidos de generación en generación. Se funden con metales sagrados y se graban a mano con símbolos de poder, como estos majestuosos dragones, dando como resultado una pieza única que no solo suena, sino que vibra con historia, intención y espíritu.
PROPIEDADES DE LOS CRÓTALOS TIBETANOS
- Limpieza energética profunda: Al hacerlos sonar, su vibración penetra en los rincones del espacio, disolviendo energías densas o estancadas. Son ideales para limpiar ambientes cargados, restaurar la armonía tras discusiones o preparar un lugar antes de realizar rituales, lecturas de cartas, meditaciones o terapias.
- Anclaje y atención plena: El tono agudo y sostenido de los crótalos ayuda a calmar la mente y a centrar la atención en el momento presente. Son perfectos para iniciar o cerrar prácticas de meditación, yoga o respiración consciente. Su sonido actúa como un recordatorio sonoro de la importancia de volver al ahora.
- Armonización del campo áurico: Pasarlos suavemente alrededor del cuerpo, especialmente en momentos de cansancio o bloqueo emocional, ayuda a restablecer el flujo energético. La vibración sonora recorre los centros energéticos (chakras), facilitando una sensación de limpieza y ligereza.
- Protección y despertar espiritual: La presencia del dragón grabado potencia el aspecto protector de los crótalos. El dragón es símbolo de fuerza interior, sabiduría ancestral y guardianía espiritual. Su energía se une a la vibración sonora para crear un escudo invisible que nos resguarda mientras abrimos portales hacia lo sagrado.
- Elevación de la frecuencia vibratoria: Ya sea en espacios personales, tiendas, consultas o templos, el sonido de los crótalos eleva la vibración del entorno, ayudando a crear un ambiente propicio para el bienestar, la inspiración y la conexión con lo invisible.
MODO DE USO
Los crótalos tibetanos son instrumentos intuitivos y poderosos. Utilizarlos es una forma de entrar en sintonía con la vibración del presente y de abrir un espacio sagrado, tanto interior como exterior. Aquí te comparto varias formas de integrarlos en tu práctica diaria o ritual:
- Preparación: Antes de usarlos, tómate un instante para conectar con tu intención. Sujeta un crótalo con cada mano, dejando que la cuerda cuelgue suavemente entre tus dedos. Puedes cerrar los ojos, respirar profundo y pedir guía, protección o claridad según lo que necesites en ese momento.
- Activación del sonido: Haz que los crótalos suenen golpeándolos suavemente entre sí, borde con borde, sin demasiada fuerza. El sonido debe ser limpio, prolongado y vibrante. Permite que la vibración se expanda y observa cómo resuena en tu cuerpo y en el espacio.
- Limpieza energética del ambiente: Camina lentamente por la estancia haciendo sonar los crótalos en cada rincón, en especial en las esquinas, detrás de las puertas o donde sientas que la energía está más densa. También puedes hacerlos sonar en el centro del espacio para elevar la frecuencia general.
- Purificación personal: Pasa los crótalos alrededor de tu cuerpo o del cuerpo de otra persona, desde la cabeza hasta los pies, manteniendo una distancia cómoda. Imagina que el sonido barre cualquier energía densa o pensamiento intrusivo, dejando una sensación de ligereza y claridad.
- Inicio y cierre de prácticas espirituales: Hazlos sonar al comienzo de una meditación, una lectura de oráculos, una sesión de reiki o cualquier otro ritual, para marcar el inicio del momento sagrado. Al finalizar, repite el sonido como forma de cierre y agradecimiento.
- Activación de minerales y objetos mágicos: Si trabajas con minerales, péndulos, cartas o talismanes, puedes hacer sonar los crótalos cerca de ellos para activarlos o limpiarlos energéticamente antes de usarlos. También puedes utilizarlos para sellar rituales o intenciones.
- Antes de dormir: En días de mucho movimiento energético o emocional, hacer sonar los crótalos unos minutos antes de acostarte puede ayudarte a liberar tensiones y a entrar en un sueño más profundo y reparador.
MEDIDAS
6 cm de diámetro.
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